El discurso de Moloch a los poetas terroristas

El caos crea un nuevo orden. En la destrucción también hay creación.
Necesitamos de la devastación para alimentar nuestra siniestra sed
de rebelión.

Odio la cama en donde duerme el conformismo,
el sofá burgués del quietismo
y la cotidianidad asalariada usando el mismo vestuario.

En mi alma se baten cañones
Se
Sa cu den
Cielos.

-¡Vándalo!
Gritarán.
¡Subversos son mis versos!
Ellos se toman la palabra.

*

Quiero vestir edificios con el velo danzante del fuego
Arder Arder Arder
caminar sobre sus ruinas
cual centáurico Atila


Quiero lanzar mis frágiles botellas
cargadas de estrellas,
¡Que exploten en mil colores
sobre el duro pavimento!

¡Invadan, tómense las blancas casas
de los agrios moralistas qu
con telarañas en el pelo!

¡Sáquenlos de sus corbatas!
¡Arrástrenlos de sus lechos!

¡Junten aquellos maderos!
que alimentan nuestros sacrificios
a la diosa poesía,
amante y sacerdotisa.

No nos culpes, mundo,
Ni nos hablen de derechos.
Somos los salvajes. Somos los dementes. Somos los drogadictos. Somos los tercermundistas.
Somos los criminales. Somos los terroristas. Somos el hampa infernal con sus caballos negros
seguidos de una legión de sibaritas que llevan largos banderines rojos que desangran el cielo.

Rojo sangre,
Rojo bocas libertinas.

¡Vamos allá!, aviso.
¡Al Palacio!
Sin ánimo de ningún poder.

Entierren sus oxidadas picas entre los bloques profilácticos de los mármoles
que sirven de base a los templos sacros de los mandatos.
El solio de los gobiernos será el trono de nuestra anarquía.

*

A nosotros que tenemos poco
Y no somos nada.

Os ofrezco el alcohol puro que queme nuestras gargantas.
¡Estamos vivos!
¡Nos consumimos toda esperanza!

Hijos de la Nada cerrada,
Madre del nadie anónimo,
Sólo nos queda como deber con nuestra sublime misantropía
Ser poetas agricultores de masas de suicidas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

También los poetas

No entiendo de tratados

Los fugitivos de Sodoma